Los bailes tradicionales son una parte importante de la herencia totonaca y se practican en las vacaciones y festivales principales, por ejemplo las fiestas patronales. Antes, los pueblos de Chicontla y Patla mantenían esta tradición, hoy en día los bailarines son profesionales, contratados de las comunidades alrededor como Coahuitlán para bailar, normalmente con el apoyo económico de la iglesia católica.