Agradecemos mucho a los colaboradores lingüísticos y a los maestros que han trabajado con nosotros a través de los años. Sin sus conocimientos y sus esfuerzos, el proyecto nunca habría sido posible.

Don Porfirio Sampayo usa su honda para espantar a los tordos de su milpa.
![]() Guadalupe Santos |
![]() Guadalupe Ortega, con su bebé Guadalupe |

Después de pasar la mañana en su campo, Don Longino Barragán pasó el resto de su día trabajando en el proyecto.

Catalina Fuentes trabajó pacientemente con Michelle García-Vega para transcribir una historia contada por su madre, Lucrecia Muñoz.

Hugo Fuentes Muñoz.

Don Julio Fuentes.

Juan Barragán, un hablante de herencia de la lengua totonaca, posa con su perro después de ayudar a traducir expresiones totonacas al español.
Investigaciones sobre el desplazamiento lingüístico en Ozelonacaxtla fueron posibles gracias al gran apoyo de Gabriela Román Lobato y su familia. Carolina Lobato actuó como guía del pueblo, ayudó a encontrar participantes para entrevistar y facilitó las relaciones con la Universidad Intercultural del Estado de Puebla en Huehuetla.
Agradecemos también a Marcelino Mendoza Ortega, Rosendo Melo Márquez, Noemi Sampayo Mendoza, Álvaro Barragán Álvarez, Braulio Cevedeo Cristobal, Juan Ramirez Cortez, Doña Rosita Velásquez, José Gaspar Aguilar Martínez, Guadalupe Mendoza Muñoz y Lucrecia Muñoz Santiago y también a la difunta Luisa Cabrera Vite, al difunto Luciano Cabrera Trinidad, al difunto Luciano Romero Aguilar y al difunto Manuel Romero Morales. Les agradecemos a todos por su paciencia y su amistad a lo largo de los años.